Mensajes de diversas orígenes
sábado, 19 de octubre de 2024
¡Abandonaos a Mi Divina Voluntad!
Mensaje de Nuestro Señor y Dios Jesucristo a la Hermana Beghe en Bélgica el 4 de octubre de 2024
Mis queridos hijos, Mis amados,
Estáis siempre en Mis pensamientos como el ser amado está siempre en los pensamientos de quien le ama. Por tanto, estáis siempre en Mis pensamientos y sin Mi apoyo personal y permanente estaríais abandonados.
Quiero, Mis queridos hijos, hablaros hoy del abandono a Mi Voluntad divina. Este abandono intelectual, moral y emocional es esencial para que Yo os guíe en este mundo y especialmente en tiempos de inestabilidad política. La Tierra se encuentra actualmente en una situación de tensión internacional, pero no debéis asustaros personalmente por ello. Si rezáis y si confiáis en Mí, dependeréis enteramente de Mi divina Providencia, estad seguros de ello y no os apartéis de esta certeza. Yo lo veo todo, todo lo que ocurre, lo sé, conozco los pensamientos, las intenciones y las acciones de todos.
Israel es actualmente el líder, los políticos están conquistados y si algunos lo critican por demasiada crueldad, no pueden decirlo demasiado alto por miedo a estar en disonancia con.... Lo que quiero decir aquí es que todo hombre en esta tierra tiene una autoridad superior a la que está sujeto. Si no es Dios, es su enemigo implacable, el jefe de los ángeles rebeldes, aquél a través del cual se perpetran todos los problemas, dificultades, revueltas e inmoralidades. Es él o tu Dios, no hay otro; ¡el demoledor, el tirano, el usurpador o tu Dios! Yo soy tu Dios, veo todo lo que ocurre actualmente en la tierra y sigo siendo tu Divina Providencia a pesar del mal, a pesar de todas las incertidumbres, a pesar de todos los peligros.
Dejaré que el mal se elimine a sí mismo y cuando ya no tenga fuerzas, intervendré porque la tierra es Mi creación y Yo la salvo, la reparo, la renuevo. Intervengo suavemente con cada uno de vosotros e intervendré con fuerza el día en que decida poner fin al mal en la tierra. Este día está cerca, lo repito una y otra vez, y vuestra fe, vuestra esperanza y vuestra caridad, estas tres virtudes teologales, es decir, que tienen a Dios por objeto y al prójimo por Él y para Él, no deben haceros vacilar. Para todas las virtudes que poseeréis en vosotros mismos, necesito de vosotros, de vuestro ejemplo, de vuestra confianza y de vuestra presencia equilibrada porque tenéis a Dios como Maestro y porque queréis comportaros como Yo, vuestro Señor Jesús, os he dado ejemplo: siempre buenos, siempre alentadores, siempre ejemplares, siempre motivados. Nunca cedí a ningún chantaje, a ninguna presión, a ninguna amenaza y cuando fui arrestado en Getsemaní fue porque había llegado la hora de Dios, Mi hora, y porque siempre estuve dispuesto a adherirme perfectamente al Plan de Dios para Mí. Rogué a Mi Padre Celestial que me diera todas las gracias necesarias para no vacilar ante las dificultades, para no flaquear, para no huir, y Dios envió a su Ángel para fortalecerme.
Dios siempre ayuda y si el Padre Me ha ayudado a cumplir Mi deber de Salvador, es porque se preocupa tanto por cada uno de vosotros, os ama tanto que no puede dejar de ayudaros si se lo pedís.
El santo Cura de Ars repitió: «¡Es la confianza lo que Dios pide!» y Yo, vuestro Señor y vuestro Dios, puedo afirmar la verdad de esta palabra: sí, os pido vuestra confianza, la certeza de Mi consideración, la convicción de Mi Presencia a vuestro lado.
Cuando estalle la guerra en vuestras tierras, porque esta guerra deseada por el demonio llegará, sí, llegará, os repito de nuevo, estad seguros de que no os abandonaré. Estoy y permanezco con vosotros, en vuestra alma y en vuestros hogares, en vuestro corazón y en vuestra mente, estoy ahí y no os abandonaré.
Queridos hijos, todos estos mensajes que quiero escribiros son para aseguraros que Dios piensa en vosotros, en cada uno de vosotros personalmente, y como la fe se pierde, quiero reavivarla y deciros que no la dejéis ir, dad vida a vuestra fe en Mí, la Santa Iglesia volverá a brillar porque es Mi esposa y merece el mismo respeto que vosotros Me debéis.
Os di los Diez Mandamientos hace mucho tiempo y son eternos. Ninguno de estos diez mandamientos será jamás obsoleto o inapropiado y si los hombres los desprecian o ignoran, seguirán siendo relevantes hasta el fin de los tiempos y el fin del mundo.
Soy el único Dios al que hay que adorar y rezar, soy el único Dios al que hay que honrar y respetar. Mis mandamientos son inmaculados y para todos los tiempos. Si desobedeces uno solo de estos mandamientos, los desobedeces todos, porque se complementan y apoyan mutuamente. Guarda el día del Señor, el domingo, para adorarme en espíritu y en verdad y, si no faltas a este día dedicado a Mí, recibirás Mis gracias que te ayudarán a guardar Mis otros mandamientos.
Velad, estad atentos y orad, y Yo no os abandonaré.
Os bendigo, Hijos Míos, Queridos Míos, Amigos Míos, lo sois todo para Mí, que Yo también lo sea todo para vosotros. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así sea
Vuestro Señor y vuestro Dios.
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